El alumno
estaba sentado en su pupitre. Pies apoyados en el suelo, espalda recta. A
diferencia del resto de los alumnos, su mirada estaba fija en la profesara, sus
oídos estaban atentos a cada una de sus palabras, su mano revoloteaba de
izquierda a derecha sobre el papel intentando no dejar escapar ninguno de los
contenidos de la clase. Él, alumno de matrícula seguía las clases de forma
impoluta, mientras sus compañeros esperaban con cierto alboroto un trabajo
escrito, más bien una redacción, esa maestra tenía por costumbre mandar una por
semana. Finalmente, para alegría de los demás, llegó el momento en que la
profesora dijo:
- Muy
bien chicos, voy a daros las redacciones.
Por toda la
clase escuchaban alaridos de alegría, y alguna que otra chica estaba apretando
con fuerza la mano de su amiga, rezando sin creer en dios, por haber sacado una
buena nota.
Él era el único
que no estaba impaciente, como siempre, sabía que su nota sería de 10. Su
apellido era Zamora, por lo tanto sería el último en recibir su trabajo, pero
no le importaba, en primer lugar por respeto a sus compañeros, él se alegraba
de que ellos estuvieran contentos y dos, ¿para qué esperarla, si ya sabía cuál
sería el resultado?
Esperaba,
volviendo a ordenar su mesa perfecta, releyendo los apuntes y añadiendo cosas
que él ya sabía, aunque no estuviesen dichas en clase.
Cuando la
maestra se acercó i dejo el papel en su mesa, él fue a guardar-la sin mirar-la
si quiera, pero en el último segundo, se dio cuenta de que los números enormes
i rojos en la esquina derecha de la hoja ocupaban más sitio del normal.
“9’99”
Incrédulo,
repaso toda la hoja, en busca de ese error hasta que lo vio en el principio:
“ Don Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los
Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso nació en Málaga España”
No había puesto
una mísera coma. No podía ser, no se lo creía, para él, eso era una mancha en
su expediente, una grande y horrible mancha negra.
Noto como por
dentro le crecía la ira, aunque en su cara no reflejaba emoción alguna. Esperó
a que la maestra mandara la siguiente redacción para recoger las cosas e irse a
su casa, para hacer los deberes y sobretodo llevar a cabo su plan vengativo que
apenas había tardado dos segundos en maquinar.
Sentado en la
silla gris de su habitación empezó con la redacción. Sabía que la profesora era
muy orgullosa y reto que se le proponía, ella tenía que lograrlo”. Se puso a
escribir sobre los mercados de los pueblos, tal y como en clase se la habían
pedido. La termino rápido, así que se puso a hacer el resto de deberes mandados
ese día.
A la
mañana siguiente, como siempre, fue el primero en entregar la redacción a la
profesora, pero esta vez antes de dársela le dijo:
- ¿Podrías
esperar a tener-las todas y leer la mía la última por favor?
Ella, un poco
extrañada asintió, sus redacciones siempre eran las más buenas, así que no le
importaba dejar la de mejor gusto para el final.
Dos días
después, ya estaban todas las redacciones entregadas, así que en llegar a su
casa se sentó en la mesita de su pintoresco despacho, adornado con cuadros
florales y figuritas fantásticas empezó a corregir las redacciones una por una,
haciendo caso del deseo de su alumno.
Cuando cogió ya
por fin el papel, de su pupilo vio, que en la parte superior derecha de la
hoja, lógicamente, y como siempre se encontraba con una perfecta caligrafía el
nombre de ese alumno de matrícula, pero en el lado superior izquierda
había algo insólito:
“léalo con voz alta, le ayudara a entender-lo mejor y lo más importante,
sin detener-se por favor”
La
profesora, encantada, aceptó el reto, y empezó a leer la redacción:
“En los mercados de pueblos solemos encontrar distintos tipos de tenderete
con sus productos, los cuales vamos a poder ver a continuación:
Verdulería:
Arándano Frambuesa Fresa Grosella espinosa Grosella negra Grosella roja
Zarzamora Limón Mandarina Naranja Pomelo Melón Sandía Aguacate Carambola Coco
Chirimoya Dátil Fruta de la pasión Kiwi Litchi Mango Papaya Piña Plátano
Albaricoque Cereza Ciruela Higo Kaki Manzana Melocotón Nectarina Níspero Pera
Uva Almendra Avellana Cacahuete Castaña Nuez Pacana Nuez Pecán Pistacho Lechuga
Nabo Pepino Pimiento Puerro Rábano Remolacha Setas Tomate Zanahoria
Acelga ...
Pescaderia:
Anchoa boquerón bocarte
Anguila Atún bonito del Norte Arenque Bacalao en
salazón Caballa Cazón Chicharro Congrio Jurel o chicharro común
Lamprea Lubina Palometa o palometa negra Pez espada o albacora Rodaballo Salmón
Salmonete Sardina Trucha..."
Hay que hacer un inciso muy importante, la redacción era mucho más larga, En ella no se encontraba ni una coma que dejara paso a la respiración. Se trataba de un verdadero plan perverso. El alumno
conociendo bien a su maestra, sabía que al retar-la, ella seguiria leyendo hasta al final, sin parar, con voz alta, consiguiendo asi llebar a cabo su plan macabro. Debido a la cebezoneria, ella ya no volvería a ponerle jamas un 9,99, ya que, tal y como el la sentencio, murió por falta de aire. Tal y como su asesino sabia, ella insistio en leer con voz alta y sin parar en toda la larga redacción. Aun que el se sentia realmente feliz y realizado, ya no solo por haber matado a su maestra de una forma muy vengativa, si no, por que al pedir que el suyo fuera el último en corregirse,se aseguro que la resta de sus compañeros tubieron las notas de sus dichosas redacciones.
FIN
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