martes, 13 de enero de 2015

Cuento Macabro

El alumno estaba sentado en su pupitre. Pies apoyados en el suelo, espalda recta. A diferencia del resto de los alumnos, su mirada estaba fija en la profesara, sus oídos estaban atentos a cada una de sus palabras, su mano revoloteaba de izquierda a derecha sobre el papel intentando no dejar escapar ninguno de los contenidos de la clase. Él, alumno de matrícula seguía las clases de forma impoluta, mientras sus compañeros esperaban con cierto alboroto un trabajo escrito, más bien una redacción, esa maestra tenía por costumbre mandar una por semana. Finalmente, para alegría de los demás, llegó el momento en que la profesora dijo:
-          Muy bien chicos, voy a daros las redacciones.
Por toda la clase escuchaban alaridos de alegría, y alguna que otra chica estaba apretando con fuerza la mano de su amiga, rezando sin creer en dios, por haber sacado una buena nota.
Él era el único que no estaba impaciente, como siempre, sabía que su nota sería de 10. Su apellido era Zamora, por lo tanto sería el último en recibir su trabajo, pero no le importaba, en primer lugar por respeto a sus compañeros, él se alegraba de que ellos estuvieran contentos y dos, ¿para qué esperarla, si ya sabía cuál sería el resultado?
Esperaba, volviendo a ordenar su mesa perfecta, releyendo los apuntes y añadiendo cosas que él ya sabía, aunque no estuviesen dichas en clase.  
Cuando la maestra se acercó i dejo el papel en su mesa, él fue a guardar-la sin mirar-la si quiera, pero en el último segundo, se dio cuenta de que los números enormes i rojos en la esquina derecha de la hoja ocupaban más sitio del normal.
“9’99”
Incrédulo, repaso toda la hoja, en busca de ese error hasta que lo vio en el principio:
“ Don Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso nació en Málaga España”
No había puesto una mísera coma. No podía ser, no se lo creía, para él, eso era una mancha en su expediente, una grande y horrible mancha negra.
Noto como por dentro le crecía la ira, aunque en su cara no reflejaba emoción alguna. Esperó a que la maestra mandara la siguiente redacción para recoger las cosas e irse a su casa, para hacer los deberes y sobretodo llevar a cabo su plan vengativo que apenas había tardado dos segundos en maquinar.
Sentado en la silla gris de su habitación empezó con la redacción. Sabía que la profesora era muy orgullosa y reto que se le proponía, ella tenía que lograrlo”. Se puso a escribir sobre los mercados de los pueblos, tal y como en clase se la habían pedido. La termino rápido, así que se puso a hacer el resto de deberes mandados ese día.
 A la mañana siguiente, como siempre, fue el primero en entregar la redacción a la profesora, pero esta vez antes de dársela le dijo:
-           ¿Podrías esperar a tener-las todas y leer la mía la última por favor?
Ella, un poco extrañada asintió, sus redacciones siempre eran las más buenas, así que no le importaba dejar la de mejor gusto para el final.
Dos días después, ya estaban todas las redacciones entregadas, así que en llegar a su casa se sentó en la mesita de su pintoresco despacho, adornado con cuadros florales y figuritas fantásticas empezó a corregir las redacciones una por una, haciendo caso del deseo de su alumno.
Cuando cogió ya por fin el papel, de su pupilo vio, que en la parte superior derecha de la hoja, lógicamente, y como siempre se encontraba con una perfecta caligrafía el nombre de ese alumno de matrícula,  pero en el lado superior izquierda había algo insólito:
“léalo con voz alta, le ayudara a entender-lo mejor y lo más importante, sin detener-se por favor”
 La profesora, encantada, aceptó el reto, y empezó a leer la redacción:
“En los mercados de pueblos solemos encontrar distintos tipos de tenderete con sus productos, los cuales vamos a poder ver a continuación:

Verdulería:
Arándano Frambuesa Fresa Grosella espinosa Grosella negra Grosella roja Zarzamora Limón Mandarina Naranja Pomelo Melón Sandía Aguacate Carambola Coco Chirimoya Dátil Fruta de la pasión Kiwi Litchi Mango Papaya Piña Plátano Albaricoque Cereza Ciruela Higo Kaki Manzana Melocotón Nectarina Níspero Pera Uva Almendra Avellana Cacahuete Castaña Nuez Pacana Nuez Pecán Pistacho Lechuga Nabo Pepino Pimiento Puerro Rábano Remolacha Setas  Tomate  Zanahoria Acelga ...

Pescaderia:
Anchoa  boquerón  bocarte Anguila Atún  bonito del Norte  Arenque Bacalao en salazón  Caballa Cazón Chicharro Congrio Jurel o chicharro común Lamprea Lubina Palometa o palometa negra Pez espada o albacora Rodaballo Salmón Salmonete Sardina Trucha..."

               Hay que hacer un inciso muy importante,  la redacción era mucho más larga, En ella no se encontraba ni una coma que dejara paso a la respiración. Se trataba de un verdadero plan perverso. El alumno conociendo bien a su maestra, sabía que al retar-la, ella seguiria leyendo hasta al final, sin parar, con voz alta, consiguiendo asi  llebar a cabo su plan macabro. Debido a la cebezoneria, ella ya no volvería a ponerle jamas un 9,99, ya que, tal y como el la sentencio, murió por falta de aire. Tal y como su asesino sabia, ella insistio en leer con voz alta y sin parar en  toda la larga redacción. Aun que el se sentia realmente feliz y realizado, ya no solo por haber matado a su maestra de una forma muy vengativa, si no, por que al pedir que el suyo fuera el último en corregirse,se aseguro que la resta de sus compañeros tubieron las notas de sus dichosas redacciones.


FIN

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